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Fallecen cuatro miembros de una familia, uno de ellos un niño de diez años, en una colisión en Ávila

Además de las víctimas mortales, otras ocho personas, entre ellas una niña de cuatro años y una menor de 16, sufrieron heridas de diversa consideraciónEl conductor del coche que provocó la colisión, un joven de 22 años, se encuentra ingresado en estado crítico en Salamanca

La grúa retira uno de los vehículos siniestrados que sufrió la colisición frontal ayer en la provincia de Ávila. M. MARTÍN

Cuatro personas fallecieron y ocho resultaron heridas -una muy grave, cinco graves y dos leves- en un accidente en el que se vieron implicados tres vehículos y que se produjo a las 13,50 horas en el kilómetro 36,490 de la carretera AV-802, que une las localidades de Hernansancho y Arévalo, en el término municipal de Arévalo, según fuentes de la Guardia Civil de Tráfico.

Uno de los vehículos, un Citröen C-5 de nueva matriculación en el que viajaban tres jóvenes, invadió el carril contrario por causas aún desconocidas y colisionó frontalmente con un Seat Ibiza que circulaba en sentido contrario. Después del fuerte impacto, éste último, a su vez, fue embestido por alcance por detrás por un Opel Astra, por lo que quedó aplastado entre ambos vehículos, mientras que el turismo que causó el accidente salió despedido hasta el pinar colindante con la carretera.

Cuatro de los cinco ocupantes del Seat Ibiza murieron en el acto. Los cuatro fallecidos pertenecían a una misma familia: el abuelo, los padres y uno de los hijos del matrimonio. El conductor, J. F. O., de 40 años y tres de los cuatro ocupantes del vehículo, una mujer de 40 años cuyas iniciales son M. M. T. J.; un varón de 66 años, F. M. V. y el menor de diez años, D. M. F., fallecieron en el instante del accidente. Otro de los hijos del matrimonio, J. F. M., de 14 años, que también viajaba en el mismo coche, fue rescatado por efectivos del Cuerpo de Bomberos del interior del vehículo y se encuentra hospitalizado en estado grave.

Traslado en helicóptero

El conductor del Citröen C-5, A. P. G., de 22 años, resultó herido grave en el accidente, y fue trasladado en un helicóptero del Servicio de Emergencias 112 hasta un hospital de la capital de Salamanca, debido a su estado crítico y según informaron fuentes del 061, permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos.

Con él viajaban dos hermanas, V. T. J., de 23 años y N. T. J., de 16 años, que sufrieron heridas graves como consecuencia del fuerte impacto.

Finalmente, en el Opel Astra, matriculado en Madrid y que no pudo evitar el choque, viajaban un matrimonio y sus dos hijas, también familiares de los fallecidos. El conductor, F. M. D. J., de 38 años, y una de sus hijas, M. M. M., de 4 años, resultaron heridos leves. La madre de las dos pequeñas, A. M. F., de 38 años y una de las niñas, L. M. M., de 7 años, sufrieron heridas de mayor gravedad.

Los ocupantes del Seat Ibiza y del Opel Astra pertenecían a la misma familia y se dirigían a la localidad abulense de Arévalo para almorzar, ya que celebraban el cumpleaños de uno de los pequeños, según vecinos de la localidad de Villanueva de Gómez, de donde procedían ambas familias.

Rescate durante dos horas

Efectivos del Cuerpo de Bomberos de Ávila se trasladaron poco después de conocerse el accidente hasta el lugar del siniestro en dos vehículos para rescatar a las siete personas que habían quedado atrapadas en los coches, entre las que se encontraban los cuatro fallecidos. Mientras, los tres restantes lograron ser rescatados con vida de entre la montaña de amasijos de hierro a que quedaron reducidos dos de los tres turismos implicados.

La dificultad para extraer los cuerpos y la intervención posterior de las grúas para retirar los vehículos siniestrados provocó que la carretera AV-802 permaneciera cortada a la circulación dos horas, hasta las 15,45 horas aproximadamente. Según relató una testigo que llegó tras el suceso a la escena del accidente «los coches quedaron destrozados, uno de ellos totalmente irreconocible». De hecho, la virulencia del impacto despidió a uno de los vehículos hasta el pinar colindante con la carretera, mientras que los otros dos quedaron sobre la carretera y en el arcén. «Por el asfalto estaban esparcidas zapatillas, ruedas, trozos de las carrocerías de los vehículos. En un pinar, fuera de la calzada, estaba el Citröen C-5, en el mismo sentido del carril, aunque al parecer éste fue el coche que invadió el carril contrario, por lo que debió darse una vuelta tras colisionar. El motor estaba a decenas de metros del vehículo y sólo quedaba un amasijo de hierros», aseveraba dicho testigo.

Además, el tráfico en esta carretera era ayer más intenso debido a la coincidencia con las fiestas de varios municipios de la comarca abulense de La Moraña.

«Los coches estaban encajados»

Una joven de Villanueva de Gómez, del pueblo donde procedían las dos familias implicadas en el accidente, llegó al lugar del accidente apenas diez minutos después de la colisión de los vehículos. «Cuando llegué al lugar se aproximaba un camión de Bomberos a la zona, por lo que creí que se trataba de un incendio. Entonces, vi varios coches de la Guardia Civil de Tráfico y en unos minutos llegaron las ambulancias. Algunos coches estaban parados porque dos de los vehículos estaban encajados por el choque», comentó la joven.

Aunque la Guardia Civil mantiene abierta la investigación sobre el siniestro, vecinos de la zona indicaron que los jóvenes regresaban de las fiestas patronales de un pueblo cercano. En lo que va de año, el balance de tráfico arroja ya 27 personas fallecidas en las carreteras abulenses.

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