Diciembre de 2020 se cerró, entre otras polémicas y crispaciones, con el anuncio de la nueva web del Congreso de los Diputados, renovada tras catorce años con el mismo diseño y haciendo coincidir el estreno con el Día de la Constitución. Dicha renovación tendría que haber llegado un año antes, pero la doble disolución de las Cortes por la repetición electoral y la posterior pandemia trastocó todos los planes.
El rediseño finalmente llegó, y como suele ocurrir con estos lanzamientos, no lo hizo exento de polémica. Según el corte ideológico del diario consultado se podía leer como una noticia sin mucho que rascar o como el enésimo ejemplo del derroche, ya que el coste fue de 1,6 millones de euros. El resto de la conversación es historia de los mentideros digitales, con nulo resultado en cuanto a un consenso sobre si su coste fue adecuado o si en cambio el Gobierno pagó merluza a precio de marisco la víspera de Nochebuena.
Más que un rediseño, menos que un cambio de paradigma
Un vistazo a la web permite comprobar que al menos a primera vista no ha habido una gran renovación, al menos en la parte exterior. Al menos no se aprecia un lenguaje de diseño propio de estos tiempos, sino uno que encaja que podría pasar como implementado antes de 2010. Hay iconos que responden a estilos diferentes, tampoco hay una cohesión tipográfica e incluso los iconos que llevan a las redes sociales institucionales podrían ser el equivalente en diseño a la castiza expresión "cada uno de un padre y una madre".

Es posible que el rediseño de esta web tenga raíces mucho más profundas y sean las que empiecen a contextualizar el desembolso. El anuncio del procedimiento concursal fue publicado en el BOE en noviembre de 2017, justo tres años antes de la inauguración y con el Gobierno anterior al frente de las Cortes.
En julio de 2018 se hizo pública la adjudicación a GFI Informática por 1,6 millones de euros (IVA incluido), quien se impuso a Telefónica como único contrincante en la lista de empresas admitidas y tras dejar en la lista de excluidas a Informática El Corte Inglés, Ricoh Spain, Everis o Indra, entre otras.
Así, fue GFI Informática quien debía encargarse del rediseño atendiendo al pliego de cláusulas administrativas y prescripciones técnicas, que ya dejaban entrever que era un proyecto que iba mucho más allá de un simple rediseño. A saber:
- Desarrollo de la nueva web del Congreso.
- Nueva herramienta de gestión de contenidos (CMS).
- Infraestructura de servidores para desarrollo, preproducción y producción de la web.
- Migración de contenidos.
- Auditoría de seguridad externa.
- Formación y transferencia tecnológica del proyecto.
- Garantía, mantenimiento y soporte por al menos tres años a partir de la entrega, tanto para el software como para el hardware, incluyendo asistencia telefónica o entrega de nuevas versiones de productos contratados sin coste adicional.

En este viaje al entendimiento de si aquel rediseño tuvo un precio adecuado o no, Beatriz Belmonte, especialista en diseño de servicios y govtech, deja una frase lapidaria para cambiar el rumbo: "No debemos quedarnos en el precio, la solución no es recortar. No basta con buscar propuestas más baratas y pensar permanentemente que las adjudicaciones se inflan. Hay que pensar que hace falta cambiar la forma de hacer diseño en la administración pública, y buscar la eficiencia. Lo que no podemos es tener webs publicadas porque peor es nada, ese es el lugar donde no nos podemos conformar".
Sobre su valoración del precio pagado, recalca que la hace "teniendo en cuenta que lo que se ve no es lo mismo que el trabajo que se ha hecho", y que parte de la base de que webs similares, sin transaccionalidad (que no permite ejecutar transacciones, sean monetarias o de otros tipos), "a una empresa privada le podría costar en torno a un millón de euros, quizás no medio millón más, pero es una estimación sin conocer a fondo las implicaciones de los pliegos, donde entran licencias, equipos físicos, servidores, alojamiento, mantenimiento...".
Sobre la web cree que "es una ocurrencia como elemento aislado, algo que ocurre de forma ajena al resto. Si abres la web del Senado, o de la Agencia Tributaria, de la Seguridad Social... vas a ver que cada una tiene un diseño distinto, un sistema de interacción diferente, y aunque quizás comparten cosas, a nivel de lenguaje visual o contenidos no hay consistencia, y la experiencia suele ser nefasta, son páginas contenedoras de enlaces que generan rutas en cascada a otras páginas que derivan en un PDF, y esto es un problema de accesibilidad".

María Izquierdo, diseñadora de estrategia y servicios en Valor Público, coincide con Beatriz. "Es mi perspectiva y no he mirado el 100% de la web, en general se ve como un rediseño, es algo congruente con lo que hay actualmente en la administración y la falta de entendimiento sobre la tecnología digital, y sobre cómo hacer que los organismos públicos funcionen en la era digital".
Apunta María que el contenido y la arquitectura de la información "asume mucho conocimiento por parte de las personas usuarias a la hora de navegar". "Hay muchísima información enterrada en PDFs, esto hace que la información sea más difícil de encontrar, usar y mantener en comparación con HTML, además de generar problemas de accesibilidad". También hay imágenes distorsionadas o sin texto alternativo, que es lo que describe a los invidentes su contenido. Lo mismo ocurre en etiquetas como las del banner de las cookies.

"La tipografía y su jerarquía es inconsistente en toda la web, con distintos estilos y animaciones. El 'portal educativo' tiene una estructura distinta al resto. No es muy legible y el contraste del color del texto con el fondo es insuficiente. Alguien con problemas de visión probablemente tenga dificultades para leer este contenido. Y el estilo visual y el tipo de interacciones son algo anticuadas, pero entiendo que esto es algo secundario", remata María. Por otro lado, dice que el diseño visual "es como de hace diez o quince años, pero ese limitante les puede venir por la tecnología heredada, quizás haya que usar una infraestructura donde es complicado que todo eso funcione".

Luego está la cuestión de a quién está dirigida esta web. Si a la prensa, si al ciudadano de a pie... Una pregunta difícil de responder tras visitarla y que tanto María como Beatriz ven complicada de dilucidar. "Entiendo que esta web haya costado esta cantidad, pero no sé si lo que necesita la ciudadanía es una visita virtual en 360 grados al edificio del Congreso, por ejemplo. ¿Eso crea valor?", se pregunta María, que además hace una analogía: "nadie quiere un taladro, la gente quiere un agujero en la pared para colgar un cuadro. A la gente no le interesa que haya una nueva web, sino que sea una plataforma útil".
Otros apartados de la web también hacen arquear las cejas. José Luis Antúnez, diseñador de interacción, explica que al pulsar en el apartado 'Conócenos' es esperable encontrar "el funcionamiento y las funciones del Congreso, su historia, etc. Pero no. El contenido de esa sección es un mapa de su ubicación".
El modelo británico
Un ejemplo no muy lejano y con bastante recorrido en el que podría mirarse España de cara a reorientar su forma de gestionar las webs de instituciones públicas es el de Reino Unido. María Izquierdo lo conoce bien: trabajó para el Government Digital Service, un departamento encargado de la transformación digital del gobierno en el país anglosajón. Cuenta que allí se abrió un departamento específico para ello hace diez años, encargado de trabajar en la transformación digital de las administraciones.

"Es el ejemplo perfecto de que con la web del Congreso no deberíamos hablar tanto de su coste, sino de cambiar el paradigma desde el que pensamos. No pensar en páginas web, sino en servicios. Hace diez años se gastaba muchísimo dinero en estos asuntos, y por eso se creó aquel departamento, para controlar el gasto tecnológico".
Reino Unido creó en 2010 un modelo que cambió las reglas para la contratación digital pública y hoy tiene una de las referencias mundiales en diseño de servicios digitales
Desde entonces, todos los equivalentes a nuestros ministerios tienen la obligación de escribir qué problema quieren resolver, cómo serán las personas usuarias de esa solución o si el código debe ser abierto entre otros requisitos. Aquello lo arrancó Francis Maude, Jefe de la Oficina del Gabinete entre 2010 y 2015, para hacer más eficientes las contrataciones públicas digitales. De aquello salió la web Gov.uk, que aloja a todas las webs del gobierno británico y cuyo lema interno, según explica María, era que "nunca iba a estar terminada" en referencia a que iba a requerir de actualizaciones continuas y perpetuas. Su estilo visual es el de una aséptica elegancia que permea a todas las instituciones públicas del país.
Hoy, la web del gobierno británico es una de las referencias mundiales en diseño público digital junto a Canadá o Australia. ¿Qué estructuras impiden a España llegar a ese nivel? Entre otras, su forma de contratación: la institución que requiera hacer una ha de escribir unos pliegos y la solución que requiere, quien se lleva la adjudicación se limita a proveerla. Las empresas se adaptan a los pliegos. En Reino Unido, como hemos visto, la búsqueda de la mejor solución también se deja en manos de quien la va a ejecutar. No se asume que saldrá de quien tiene el problema. En España, por imperativo legal, sí.


No hay visos de momento de que en España se produzca este cambio de modelo, que podría derivar como en otros países en un lenguaje visual y unas estructuras homogéneas entre las webs de cada institución. Congreso, Senado, Agencia Tributaria, los diferentes ministerios, Moncloa, Zarzuela, comunidades autónomas, diputaciones... Hoy todas completamente heterogéneas, con sus propios códigos y jerarquías de contenido. Mientras eso llega, solo podremos ver rediseños eventuales que persistan en el modelo.
Desde Xataka tratamos de contactar con GFi Informática para obtener sus declaraciones para este artículo sin haber obtenido respuesta.
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grebleips
Viendo la web, considero que es un precio bastante ajustado para el resultado y la calidad de la página.
No veía una calidad de este nivel desde los 90, cuando los más atrevidos hacíamos nuestros pinitos en HTML. Quizá si me apuras... yo hubiera metido algunos GIFs.
dabelo
Dad gracias que no la han realizado en Flash player
Spaniard37
POr 1.6 millones podrían haber arreglado y centralizado todas las webs del ministerio, la policía, seguridad social, Cl@ve etc, Centralizar el sistema de citas, y ordenar la información. Es un cachondeo que en el año 2021 sigamos con esa porqueria de sistema. No te enteras de nada nunca, ni por covid ni sin covid es desesperante.
Ahorro de costes, de paseos, de papeleos y mil historias. Pero imagino que el proyecto para ellos tendría un coste de la mitad del PIB de españa por alguna razón inexistente.
black_ice
No sé lo que hay detrás de la web o si realmente puede costar 1.6 Millones de Euros (porque dudo que solo sea una "web"), pero lo que es indudable es que no se dejaron mucho dinero en diseñadores gráficos, vamos es que el front parece diseñado por ingenieros, porque ni un diseñador junior cometería tantos errores. Es simplemente terrible.
erbentasio
Para la poca utilidad e información que ofrece (coincido del todo con el entrevistado José Luis Antúnez) es también un despilfarro de dinero además de una oportunidad perdida.
Y en 2021 seguimos lejos de tener webs gubernamentales unificadas, que no abusen de pdf, bien adaptadas a los móviles... Es que el portal de transparencia de la web del congreso se ve horrible desde el móvil, hablando mal y pronto, es muy cutre.
aagos_1
Un 9 de 100 saca en el Google PageSpeed, mofándose de miles miles de ingenieros titulados y FPs que han salido este año y no van a tener donde trabajar el los próximos 5 años, para cuando la pandemia que solo afecta a diplomáticos?
r_penrose
Así que la tesis de muchos es que todas (todas) las empresas que ofertaron en este pliego (público) iban con precios infladísimos. Nadie se leyó el pliego de condiciones y puso un precio en línea con lo que vosotros decís que debería costar.
Así que los que si leyeron el pliego no vieron la forma de ganar el concurso con un precio más competitivo que el del adjudicatario.
Y resulta que vosotros, sin leer el pliego, sabéis que podría haberse ofertado por una fracción del precio.
Estos son los que ven la Sagrada Familia y te dicen
- “ostras, ¿un siglo para esto? Yo he hecho una igual con Lego y solo me llevó la mañana del sábado”
Usuario desactivado
"En Reino Unido, como hemos visto, la búsqueda de la mejor solución también se deja en manos de quien la va a ejecutar. No se asume que saldrá de quien tiene el problema. En España, por imperativo legal, sí."
Esto no es cierto. No hay "imperativo legal".
La ley de Contratos del Sector Público contempla fórmulas para seleccionar y posteriormente adjudicar una solución innovadora. No necesariamente recurriendo a unos requisitos técnicos cerrados.
Procedimientos como el de Consulta Preliminar al Mercado, o una licitación de consultoría para el "diseño de la solución" y otra posterior para la implementación.
Advertir, que tanto UK (antes del Brexit) como España, y el resto de la UE, comparten una misma directiva de contratos, que luego cada país la traspone. Pero no "como le venga en gana"...
Y, también, que la última palabra la tiene el usuario: cuántas veces ha rechazado un diseño innovador propuesto por el adjudicatario... Quien desconoce esto, pensará que es la empresa la que no tiene ni idea y que solo buscaba el pelotazo...
ilota
El problema no son los 1.6millones el problema es que esa web no sirva prácticamente para nada
josemicoronil
A la hora de gestionar proyectos relacionados con la informática, las telecomunicaciones, o ambos ámbitos por parte del gobierno sería mucho mejor que lo hiciera algún tipo de entidad estatal, como es el INE o AEMET para sus respectivas causas.
Por un lado te aseguras un mantenimiento y una capacidad de ampliar muchos otros servicios, y por el otro te ahorras los honorarios de las empresas privadas que te pueden dar tal servicio. El problema aquí es el típico de poder ser un caladero de contratación de amiguetes y desvíos de fondos hacia otros menesteres.
Usuario desactivado
¿A nadie le a dado por mirar el código fuente? ¿que leches es eso?
7.245 lineas de las que la mayoría están en blanco ¿cobraban por lineas o que?
Fuera coñas, eso será por que migraron el PHP a un fichero diferente y no borraron los saltos de lineas ¿no? por que por organización no tiene pinta.
Edito:
Es que no tiene sentido, cuando cortas y pegas se borran los saltos de linea... en serio, ¿que es eso?
patogarza
Appleeeeeeeeee 😯🍏
howarto
Pues contando solamente sueldos durante ese tiempo me parece hasta barata. Y eso contando un sueldo bruto de asalariado, sin tener en cuenta gastos de empresa.
Eso + gastos + infraestructura + mantenimiento + beneficio de la empresa hace que sea ridículamente bajo.
thebigbugtheory
SI quieren saber como su empresa puede obtener contratos similares, les resumo acá
1: contactar con uno o varias personas en la toma de decisión del contrato o licitacion
2: ver y calcular el monto total del proyecto, y aumentarle el precio de pago a los contactos(sobornar)
3: crear una lista de requerimientos para la licitación requerimientos que solo tu empresa pueda cumplir, usar palabras extravagantes para confundir a la competencia
4:llegar a un acuerdo con los topos de ahí que pedirán un poco de soborno para no acusar a tu empresa, los cuales siempre están ahí al pendiente de todo movimiento
noromb
La externalización de los procesos de transformación digital han sido, son y serán un despropósito. Es un proceso artesanal. Considerar que se puede entregar un producto de este tipo terminado es dar la bienvenida a un agujero de dinero en el 90% de los casos en el que, compañía o institución (renfe, cualquier web gubernamental, etc), pierden el control sobre su producto, se cede el conocimiento a un tercero y ralentiza la implementacion de mejoras y resolución de errores. La digitalización ha de hacerse en casa.
relectron
Como curiosidad para todos esos que os dedicais a montar webs por 100 euros.
¿La web del congreso es una de esas webs de "sólo información" como algunos comentais?
Bueno, wikipedia es más o menos eso y sus gastos del último año disponible (2019) superan los 90 millones de dólares.
Igual están tirando el dinero también ¿no os parece?
rennoib.tg
Como desarrollador web te digo que cuesta 1.200 a un particular. A una empresa o institución gubernamental si les queires sajar, 12.000.
•Es fea con ganas y anticuada.
•La experiencia de usuario es mala con poca visibilidad.
•Apenas tiene altura y pesa casi 7mb (lo normal es 1 ó 2).
•Su nivel de optimización es lamentable, sin contar que las imágenes ni están comprimidas, pesando alguna 1.2mb y tiene muchos archivos javascript y CSS algunos de más de 1mb. En pagespeed ni aprueba ni en la versión web y mira que es difícil. En marzo esa web no ve la luz.
•No usa ni compresión ni HTTP/2.
•Para colmo, la consola de Javascript tiene un error.
Es una broma como el sistema político """"democrático"""" de España.